El disco gira entorno al concepto de los traumas y momentos difíciles que dan forma a nuestra vida. De la misma forma en la que, de ladrillo en ladrillo, se construye un muro. The Wall es posiblemente uno de los mejores trabajos de los setenta, y sin duda la cumbre creativa de Pink Floyd. Sus letras duras y con alto contenido autobiográfico, escritas casi en su totalidad por Roger Waters, fueron trasladadas al cine en 1982. Tal fue el impacto de este trabajo musical.
La banda siguió tocando hasta 1995, pero nosotros nos quedamos con este trabajo suyo y con el también impecable The Dark Side Of The Moon (1973).
¡Qué la música os acompañe!
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